Finalizando el mes de la Solidaridad
Este hombre nos enseño con su testimonio de vida, como se vive la verdadera Fe. Se dejó traspasar por el fuego devorador del amor de Dios.
"yo he venido a traer fuego, y cuanto me gustaría que ya estuviera ardiendo" nos dice el Señor, y el padre Hurtado nos enseño a encender nuestro corazón, con su gran apostolado de la eucaristía. "hay que echarle leña al fuego" nos invitaba. Y que era esto: acercarse más al sagrario, el fuego ardiente del amor hecho sacrificio, y allí encontrar la verdadera felicidad, la alegría de sentirse amado y responder a este amor, con nuestra vida: hacer lo que Dios haría si estuviera en nuestro lugar.
Dejémonos guíar por el ejemplo del padre Alberto, el nos marcó el camino.
ahora sólo es cosa de Seguirlo.
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